Y en esto llegó China
Es para nota el desparpajo que muestran algunos comentaristas, insignes periodistas, tertulianos, enteradillos y mediopensionistas para menospreciar a América Latina. Debe ser el síndrome de "El burgués gentilhombre", los últimos en llegar al club de los ricos son como los conversos los más recalcitrantes en renegar de sus orígenes.
En buena medida, "La vida del Buscón " es una fábula sobre la identidad social. Por azares de la vida, coincide en la escuela con un tal don Diego Coronel de Zúñiga, que se las da de noble y a quién procura arrimarse. Este personaje marcará la trayectoria del hijo del barbero, caracterizado desde niño por sus <<altos pensamientos >> y firme voluntad de << negar la sangre >>.
Este pequeño fragmento de "El Buscón " de Quevedo.
Se les ha olvidado que la esclavitud en América fue abolida en el siglo XIX. La operación Cóndor sucedió en las décadas 70 y 80 del siglo pasado. La memoria laxa de Occidente
Saben que la geopolítica solo se mueve por intereses y zonas de influencias. Los derechos humanos que defiende Occidente son solo argucias. El presidente de EE UU. y el de Francia solo les faltó hace unos días besarles los pies al príncipe heredero de Arabia Saudita.
Un botón de muestra:
Explotación del gas en Perú : Camisea liderada por la argentina Pluspetrol que tiene dos socios menores: el conglomerado surcoreano SK Group y las firmas Hunt Oil (EE.UU.), Repsol (España).
Los recursos naturales de los países latinoamericanos son explotados por países occidentales.
Hasta hace unos años a los del "patio trasero" los tenían cogidos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Y en esto llegó la Ruta de la Seda.
Occidente y China cortejando a América Latina y esta dejándose querer.
En algunos países los golpes de Estado con los díscolos han sido sustituido por algo más presentable y sibilino: el andamiaje político , económico y judicial está configurado y diseñado para el Lawfare latinoamericano que no necesita pruebas, sino apenas indicios o impresiones» «Lawfare o cómo destrozar sin armas a un enemigo político», Lula da Silva.
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