No podíamos olvidarnos del periódico del conde de Godó
La Vanguardia siempre fue el periódico de la burguesía catalana, era carne y uña con Convergència i Unió.
La zozobra del process ha desorientado a todo el mundo y La Vanguardia no iba a ser menos, y tuvo una transmutación panteísta. Una falta de distinción entre La Vanguardia y Cataluña: Lo que es bueno para Cataluña es bueno para La Vanguardia. Confusión de identidad entre su propio yo y los roles que desempeña en la sociedad. No se le han caído los anillos en apoyar a Podemos si con ello la beneficiaria es Cataluña.
Sloterdijk define el cinismo como una falsa conciencia ilustrada.
La confusión de La Vanguardia podría ser una metáfora de las series electorales autonómicas y generales en Cataluña. En su mayoría los votantes catalanes han votado siguiendo unos parámetros pragmáticos económicos, y no ideológicos y económicos como el resto de votantes en España. Además de las históricas, de ahí las connotaciones políticas económicas del process.
Para Marx, el dinero es de todas las mercancías la más alienable y fetichizada.
Comments